Introducción:
La tricomoniasis es una enfermedad venérea común que se encuentra en todos los Estados Unidos. La enfermedad se presenta en las vacas y los toros de reproducción. Los toros mayores de 4 años de edad se encuentran en mayor riesgo de contraer la enfermedad y pueden permanecer infectados el resto de sus vidas. Las vacas y las vaquillas por lo general se curan de la infección al cabo de 60 a 90 días de inactividad sexual, algunas hembras pueden permanecer infectadas hasta por 12 meses.Agente causante: La tricomoniasis es causada por un parásito protozoo llamado Trichomonas foetus. Este protozoo es un organismo microscópico que infecta a la vagina, el útero y el oviducto de las vacas y a las paredes externas (epitelio y cripta) del pene y del prepucio de los toros.
Signos clínicos: El signo clínico más común de la enfermedad es la caída de los índices de preñez a nivel de toda la manada. Esta caída genera abortos en las vacas preñadas que se encuentran en las primeras etapas de la gestación. Las vacas infectadas aún pueden concebir, pero con frecuencia abortan a los 90 días de la gestación. Algunas hembras padecen infecciones uterinas (piómetra) con algunas secreciones.
Transmisión de la enfermedad: El organismo Trichomonas es propagado mediante el contacto sexual. Los toros infectados pueden transmitir la enfermedad a las vacas y viceversa.
Diagnóstico: El método más exacto para detectar esta enfermedad se efectúa tomando una muestra del prepucio del toro. La muestra se toma mientras las paredes del prepucio se lavan y se frotan con una pipeta esterilizada. Entonces la muestra se coloca en un medio de cultivo especial y se observa con un microscopio durante un periodo de varios días.
Si el toro está infectado, el organismo Trichomonas es identificado directamente durante el examen microscópico de la muestra. Es importante que las muestras tomadas de los toros NO se refrigeren, se mantengan fuera de la luz del sol y se lleven rápidamente a un laboratorio apropiado. También se pueden analizar las muestras provenientes de las mucosidades vaginales y cervicales de las vacas. Si se cuenta con un feto abortado, también puede utilizarse para dar un diagnóstico.
Tratamiento: Dado que los toros por lo general permanecen infectados de por vida, se recomienda que sean sacrificados. Las vaquillas y vacas, por su parte, deben permanecer por lo menos de 60 a 90 días sin ninguna actividad sexual. Esto les permite desarrollar su propia reacción inmunológica y curarse de la enfermedad. Algunas vacas, sin embargo, se caracterizan por portar la enfermedad hasta por un año.
Prevención:
El aspecto más importante de cualquier programa de prevención es el manejo apropiado de los animales de reproducción. Existen diversas ideas en cuanto al manejo:
- El adquirir toros que no son vírgenes, en particular si son mayores de 4 años de edad, es sumamente riesgoso.