F740
Toxicidad o envenenamiento por sal
(toxicosis por sal)


Introducción y agentes causantes: Este problema se presenta cuando los animales consumen cantidades grandes de sal (sodio) o cantidades normales de sodio pero no reciben suficiente agua. Esta situación también se presenta cuando el agua contiene sal en exceso (más de 7.000 mg/L de sales disueltas) o si se administran mezclas indebidas de electrolitos. La dosis tóxica de NaCl (cloruro de sodio) es de 2,2 gramos/kg de peso corporal. El aumento en los niveles de sal causa que el sistema central nervioso retenga cantidades excesivas de agua si el animal se vuelve a hidratar demasiado rápido.

Signos clínicos: La toxicosis por sal puede causar diarrea, aumento de los ritmos cardiaco y respiratorio, ataques, temblor muscular, ceguera, estiramiento anormal del cuello ("mirada a las estrellas"), presión con la cabeza y la muerte. La afección también ha sido relacionada con la disminución de la fertilidad, la baja en la producción de leche y la pérdida de peso. En la siguiente tabla se resumen los signos que se observan tras el consumo de cantidades grandes de sal en la dieta.

Concentración de sal
(mg/L o partes por millón)
Signos clínicos
Menos de 1000 Ningún efecto
De 1.000 a 3.000 Diarrea, disminución de la producción de leche
De 3.000 a 5.000 Reducción en la producción de leche, en el consumo de alimentos y en las tasas de concepción
De 5.000 a 7.000 Falta de concepción, inapetencia
Más de 7.000 Peligroso, podría producir signos neurológicos (ceguera, coma, convulsiones), diarrea y dolor abdominal

* La información utilizada en esta tabla fue tomada de Large Animal Internal Medicine. Smith, Bradford P. St. Louis: Mosby 1996: 1063.

Diagnóstico: La mayoría de los casos se diagnostican midiendo los niveles de sal del agua, si se sabe que el animal ha carecido de agua o midiendo los niveles de sal (sodio) del fluido cefalorraquídeo. Si se encuentran niveles de sodio en la sangre o en el fluido cefalorraquídeo de más de 160 mEq/L, quiere decir que hay un problema.

Tratamiento: El tratamiento de muchos de estos casos resulta difícil y suele fracasar. La cuestión es no tratar de hidratar al animal demasiado rápido con fluidos que no estén balanceados. Para empezar, los fluidos deben administrarse en cantidades pequeñas pero con mucha frecuencia. A menudo se utilizan esteroides y diuréticos con el fin de disminuir la presión que se pone en el cerebro. Algunos animales podrían requerir la administración de fluidos intravenosos, lo cual debe vigilarse con cuidado a fin de obtener buenos resultados.

Prevención: Para prevenir este problema siempre proporcione agua fresca suficiente a todos los animales. Nunca permita que el ganado tome agua que tenga más de 7.000 partes por millón de sodio.