Introducción y agente causante:
La polioencefalomalacia (PEM) es un trastorno del sistema nervioso central (principalmente del cerebro) causado por la falta de tiamina (vitamina B1) en los tejidos del cuerpo. Esta deficiencia se relaciona más comúnmente con un rápido cambio dietético a niveles altos de concentrado. Las proporciones alta de concentrado y de fibra alteran las bacterias del rumen, lo cual produce enzimas que descomponen (metabolizan) la tiamina antes de que ésta pueda ser utilizada por los órganos del cuerpo. Otras causas de la polioencefalomalacia podrían ser las deficiencias dietéticas de los terneros jóvenes, el envenenamiento por comer plantas que contienen enzimas que metabolizan la tiamina (helechos y Kochia scoparia), la ingestión de alimentos mohosos y el consumo de cantidades altas de productos que contienen azufre como la melaza.Signos clínicos: La tiamina es esencial en la producción de glucosa, la cual proporciona energía. Al haber una falta de tiamina, no se pueden completar los procesos bioquímicos necesarios para la producción de la energía que necesitan las neuronas. Por consiguiente, las neuronas se hinchan y se deterioran, lo cual resulta en deficiencias neurológicas como poco aumento de peso, aislamiento del resto de los animales, inapetencia (anorexia), depresión y tambaleo. Si la enfermedad no se trata puede avanzar hasta producir que los ojos se desubiquen de manera tal que estén hacia arriba. A esta afección se le ha denominado "mirada a las estrellas". El avance de la enfermedad podría provocar que se haga presión con la cabeza, una postura anormal con la cabeza y el cuello extendidos sobre el lomo y hacia la cola, excitabilidad, temblor de los músculos faciales, masticación repetitiva, rechinamiento de los dientes y ceguera.
Cuando la causa de la poliencefalomalacia está relacionada con un cambio rápido del concentrado de la dieta, también podrían disminuir las contracciones del rumen y éste se dilata y se llena de fluido. Esto también podría estar acompañado de diarrea aguada de olor fétido. Si la causa tiene que ver con el consumo de cantidades grandes de alimentos que contienen azufre, por lo general el aliento tiene un olor como a huevo podrido o azufre. En las etapas posteriores de la enfermedad, el animal podría tener dificultades para pararse y sufrir ataques. La muerte suele producirse dentro de un plazo de 3 a 4 días tras el inicio de los signos clínicos si no se emprende ningún tratamiento.
Transmisión de la enfermedad: La polioencefalomalacia no es contagiosa entre los animales; sin embargo, cuando la causa de la enfermedad tiene que ver con los alimentos, muchos animales de una manada podrían adquirirla.
Diagnóstico: El diagnóstico de esta enfermedad se realiza midiendo la tiaminasa del rumen o de las heces (es, decir el nivel de enzimas que metabolizan la tiamina). No obstante, el diagnóstico más práctico se obtiene del historial de alimentación y de los signos clínicos, además de la reacción a la terapia de tiamina. Si el animal muere, la evaluación microscópica especializada del cerebro, efectuada por un patólogo, podría ofrecer un diagnóstico preciso de la deficiencia de tiamina.
Tratamiento: La polioencefalomalacia se considera una emergencia médica y debe ser tratada inmediatamente después de la observación de signos clínicos. Los animales afectados deben aislarse y tratarse con clorhidrato de tiamina en dosis de 45 a 70 miligramos (mg) por cada 10 libras (4,54 kg) de peso corporal (o de 450 a 700 mg por cada 100 libras (45,4 kg) de peso corporal). La primera dosis debe administrarse vía intravenosa. Se recomienda que esta dosis inicial se diluya con dextrosa al 5% o con solución salina al 0,9% y que se administre con lentitud. Después de la dosis inicial, se debe administrar la misma cantidad de clorhidrato de tiamina vía intramuscular o vía subcutánea con algunas horas de diferencia durante el primer día de tratamiento. Se debe continuar con la misma dosis de tratamiento vía intramuscular o vía subcutánea, de 2 a 3 veces diarias por lo menos durante 3 días. Este tratamiento sólo es eficaz para la restauración de las concentraciones de tiamina en la sangre y en los tejidos; por lo que se recomienda la administración oral de vitamina complejo B con suplemento de tiamina a fin de reponer los niveles de tiamina en el rumen. Si se trata de un ternero, se debe administrar una dosis individual oral de 5 gramos de disulfuro de propiltiamina. En los casos severos se podrían requerir medicamentos para controlar los ataques y reducir la presión cerebral. Entre los medicamentos para controlar los ataques se encuentran: fenobarbital, pentobarbital y Valium (diazepam). Todos ellos deben ser administrados bajo la dirección de un veterinario. Para reducir la presión cerebral, podría ser de beneficio utilizar furosemida o manitol. La dosis recomendada de furosemida es de 4,5 miligramos por cada 10 lbras (4,54 kg) de peso (45 mg por cada 100 (45,4 kg) libras) administrada vía intravenaos, intramuscular o subcutánea dos veces al día. El manitol se puede administrar a razón de 1 a 9 gramos por cada 10 libras (4,54 kg) de peso (de 10 a 90 g por cada 100 libras (45,4 kg)). El manitol se debe administrar vía intravenosa en una solución al 20%. Dada la estrecha vigilancia que se requiere al administrar furosemida o manitol, se recomienda que un veterinario se encargue de forma directa de la administración y de la vigilancia.
Recuperación: El ritmo de recuperación es directamente proporcional a la prontitud con que se haga el diagnóstico y se brinde el tratamiento. Si los signos clínicos no son severos, el animal puede volver a la normalidad dentro de un plazo de 2 a 3 semanas. Sin embargo, si los signos clínicos han avanzado hasta la ceguera y los ataques, se podría requerir de atención de apoyo a largo plazo, inclusive del suplemento de tiamina en la dieta y de alimentos altos en fibra al mismo tiempo que se disminuyen las cantidades de concentrado. La recuperación normal de la vista y del estado en general puede tomar hasta 8 semanas.
Prevención: A fin de ayudar a prevenir la polioencefalomalacia, se recomienda la introducción gradual de raciones altas en concentrado (transición de por lo menos 2 semanas). El suplemento de dietas altas en concentrado con levadura de cerveza o de cobalto también puede resultar de beneficio. Cuando sea posible, la frecuente rotación de la pastura a fin de evitar la necesidad de suplemento de concentrado podría controlar los brotes de la enfermedad.