necrosis de la pezuña | callos pilosos del talón | abscesos y úlceras | fracturas | laminitis
Introducción y agentes causantes: La necrosis de la pezuña o pie fétido es una enfermedad seria que se presenta en el ganado y que a veces resulta difícil de curar. Según los estudios realizados, Fusobacterium necrophorum es el principal organismo causante de este tipo de infecciones. Otros organismos tales como Bacteroides melaninogenicus y Bacteroides nodosus también pueden estar involucrados en las infecciones de manera tal que sólo una pequeña cantidad de F. necrophorum sea necesaria para causar una infección. F. necrophorum es muy común en las heces del ganado. Este organismo es sumamente resistente y casi siempre se encuentra en todo tipo de ambiente. Los estudios indican que el organismo puede sobrevivir en el ambiente de 1 a 10 meses.
Transmisión de la enfermedad: La necrosis de la pezuña ocurre principalmente en condiciones de humedad, cuando los tejidos que se encuentran entre los dedos sufren una lesión, lo cual permite la entrada de agentes infecciosos a los tejidos digitales. Si se permite el crecimiento excesivo de la infección, se podría producir a una afección de necrosis de la pezuña.
Signos clínicos: Los animales infectados de este mal podrían mostrar cojera de leve a severa en una o más pezuñas. El área entre los dedos (tejido intedigital) se inflama y se humedece. Si el problema no se controla, se extiende y podría causar grietas y la aparición de tejido muerto (necrótico) en la piel interdigital. Suelen producirse un olor fétido característico y cierta secreción. La hinchazón podría avanzar desde la línea de pelaje de la pezuña (banda coronaria) hasta la cuartilla y, en los casos severos, podría invadir las estructuras internas de la pezuña como el hueso navicular, las articulaciones y los tendones. En tales situaciones, el problema es grave y requiere atención inmediata. Debido a la posibilidad del rápido avance de esta afección, algunos ganaderos la llaman "superfétido".
Diagnóstico: Los casos de necrosis de la pezuña suelen diagnosticarse en base a los signos clínicos y a los indicios del daño causado. Se pueden realizar cultivos de las muestras tomadas en áreas donde existe el problema a fin de identificar los organismos causantes de la infección. Los problemas como las dermatitis digital (callos pilosos del talón), las úlceras y las erosiones del talón, las fracturas, la artritis séptica, el envenenamiento con cañuela, la laminitis, la lengua azul y la fiebre aftosa también pueden presentar síntomas similares a la necrosis de la pezuña.
Tratamiento: Cuando sea posible, recorte el pelaje y limpie las pezuñas de todos los animales afectados. A los animales que cojean o que presentan signos obvios de necrosis se les deben quitar todas las partes duras y blandas de la pezuña. Al recortar el pelaje se quitan las grietas y las áreas donde se esconden las bacterias y también se permite que los medicamentos las alcancen. Si la cantidad de animales afectados es pequeña y las infecciones no son de seriedad, se pueden utilizar rociadores o brochas para aplicar las medicinas locales, tales como antibióticos (tetraciclina) o antisépticos (sulfato de cobre o sulfato de zinc). También se puede recurrir a los baños de pezuña que contienen sulfato de cobre al 10% o sulfato de zinc al 10%. A fin de prevenir que la enfermedad se propague, no olvide desinfectar todo el equipo para recortar pelaje después de su uso en cada animal.
Para los casos más severos, también se pueden administrar tratamientos a base de antibióticos, después de recortar el pelaje de todos los animales afectados. La penicilina y la oxitetraciclina de efecto prolongado se utilizan con frecuencia. O bien, se puede optar por productos como Tylan 200, Naxcel, Micotil y Albon. En los casos en los que no es viable recortar el pelaje ni limpiar las pezuñas, se podría considerar el tratamiento con antibióticos inyectados u orales.
Separe a los animales infectados de los saludables y, de ser necesario, repita el tratamiento una semana más tarde. Los animales enfermos deben recibir tratamientos adicionales en intervalos de 7 días, según se requiera, y deben volver a examinarse con regularidad. Es probable que las infecciones severas que afectan la estructura interna de las pezuñas nunca se alivien completamente. A veces es necesario sacrificar o vender estos animales que cojean de forma permanente. En los animales valiosos se pueden efectuar procedimientos quirúrgicos a fin de amputar o salvar la pezuña afectada.
* Ningún método de tratamiento parece ser totalmente eficaz en todos los casos. Esto quiere decir que la administración de antibióticos, el recorte del pelaje, los baños de pezuña y las vacunas son elementos que deben formar parte de cada tratamiento.
Prevención: Entre las medidas básicas de prevención se deben considerar: recortar debidamente el pelaje, mantener a los animales lejos de las áreas húmedas y pantanosas, dar baños de pezuña durante la temporada de lluvia y sacrificar a los animales con cojera. También se recomienda la administración de 500 mg de clortetraciclina por cabeza al día, o el uso de un baño de pezuña seco de cal muerta al 90% y de sulfato de cobre al 10%. Nunca utilice equipo (vehículos, utensilios para recortar pelaje, etc.) que pueda haber sido contaminado por animales infectados. Los estudios más recientes han identificado una posible conexión de la enfermedad con la nutrición. Por consiguiente, son esenciales los niveles apropiados de zinc (de 30 a 40 partes por millón de la dieta total), vitaminas A y D, calcio y fósforo.
Las vacunas como la Volar (página C944) también se pueden utilizar para prevenir la necrosis de la pezuña. Debido a que existe cierta controversia en cuanto a la efectividad de las vacunas, las medidas de prevención anteriormente mencionadas aún resultan esenciales. Algunos animales podrían desarrollar lesiones en el punto de inyección de las vacunas; lo cual debe tomarse en cuenta al administrarlas en animales de exposición.
Callos pilosos del talón (callos de la pezuña, pezuña de fresa, pezuña de frambuesa o dermatitis digital papilomatosa):
Signos clínicos: Por lo general, los callos producen cojera moderada e hinchazón en el animal. La lesión que por lo general se encuentra en el talón, suele levantarse, tomar un color rojo intenso y producir dolor. Con frecuencia, se presentan pequeñas salientes que asemejan pelos en la lesión.
Transmisión de la enfermedad: La enfermedad se propaga rápida y fácilmente entre los animales propensos. Tal resulta ser el caso en condiciones de humedad, de atiborramiento o de contaminación por las cantidades excesivas de orina y estiércol. Los animales se infectan cuando el organismo Treponema invade los tejidos de las pezuñas.
Tratamiento: Se recomienda la aplicación local de oxitetraciclina junto con algún tipo de vendaje. Para ello, remoje una gasa de 4x4 pulgadas en tetraciclina, colóquela directamente sobre el callo y envuelva la pezuña con cinta adhesiva o vendas veterinarias. El vendaje debe cambiarse cada 3 a 5 días. Los baños de pezuña y los rociadores que contienen oxitetraciclina también resultan muy eficaces. A fin de que los rociadores, los vendajes y los baños de pezuña produzcan efecto, se deben quitar de la pezuña todo el barro, el estiércol y las suciedades. Entre las diferentes soluciones que parecen ser eficaces se encuentran la tetraciclina, la lincomicina, una solución acidificada de cobre y el clorito acidificado de sodio. Al utilizar cualquiera de estos productos deben considerarse las advertencias sobre los residuos. Los antibióticos inyectables que se administran en dosis grandes también pueden resultar eficaces. La penicilina y el ceftiofur (Naxcel) administrados en dosis mayores a las indicadas en las etiquetas pueden ser eficaces, pero resultan ser muy costosos, en particular cuando hay muchos animales afectados. Los antibióticos inyectables suelen utilizarse en conjunción con los tratamientos locales.
Prevención: Un método muy controversial para prevenir los callos pilosos es el de la vacunación. La razón del debate es que algunos estudios revelan que las vacunas en realidad funcionan, mientras que otros indican que no parecen surtir ningún efecto. La clave para hacer uso de las vacunas contra los callos es determinar si se justifican desde el punto de vista económico. Para ello, los ganaderos tienen que hacer un cálculo del coste total de los protocolos de vacunación. Esto incluye la vacuna en sí, la mano de obra, etc. Tenga en cuenta también que la vacuna no es 100% eficaz y que una cierta cantidad de animales tendrá que tratarse como se describió antes. A continuación, estas cifras deben compararse con el coste de no utilizar la vacunación (disminución de la producción, índices de sacrificios, etc.). Si se determina que la vacunación podría resultar de beneficio, considere el uso de Trep Shield (Novartis), la cual es una vacuna bacteriana muerta que ataca especialmente las espiroquetas que causan los callos pilosos.
Sugerencias para los lotes de alimentación y los ganaderos vacunos de producción de leche:
Rociadores de pezuñas: Un protocolo común que se sigue al rociar las pezuñas consiste en lo siguiente: "Mezcle el contenido de un paquete de Terramycin 343 (Pfizer) en un galón de agua destilada o desmineralizada (el agua dura hará que la tetraciclina se precipite). O bien, mezcle el contenido de un paquete de polvo soluble Lincomix (Upjohn) en 2 cuartos de galón (2 L) de agua destilada o desmineralizada. Utilice estas soluciones a manera de rociador local a razón de 10 a 20 cc por pezuña. Aplíquelas en los talones y entre las falanges así como en las lesiones visibles. En la primera semana, atienda todas las pezuñas de todas las vacas una vez al día durante 5 a 7 días consecutivos. En las semanas siguientes, continúe sólo con el tratamiento local diario de todas las vacas con lesiones visibles*".
Baños de pezuña: Los baños de pezuña también se pueden emplear a fin de prevenir el problema, siempre que las pezuñas se mantengan limpias y libres de estiércol. Un protocolo común que se sigue para los baños de pezuña consiste en lo siguiente: "Los baños de pezuña con sulfato de cobre al 5 o al 10 por ciento o con 1 a 10 gramos de tetraciclina por litro han sido moderadamente exitosos en el control de la enfermedad. Para lograr estas concentraciones, agregue de 5 a 10 libras (2,3 a 4,5 kg) de sulfato de cobre en 8,5 galones (32 L) de agua o un paquete de Terramycin 343 (Pfizer) en 25 galones de agua (1 gramo/litro). La frecuencia de los baños de pezuña varía desde el remojo diario, a dos veces a la semana, hasta cada mes por 3 ó 4 días. Se recomienda que el baño de pezuña se coloque en los pasillos de retorno en vez del área de ordeño. La solución del baño de pies debe cambiarse cuando ya esté extremadamente contaminada o después de que un máximo de 150 vacas hayan pasado por ella*".
* Wallace, Richard L. Hairy Heel warts: Fads and Fashions
Abscesos y úlceras: Estas condiciones suelen descubrirse al inspeccionar las pezuñas o al utilizar un probador de pezuñas y tienen la apariencia de bolsas de material infectado con una coloración anormal del tejido en su alrededor. Con frecuencia, esta afección se relaciona con las superficies ásperas, los clavos, el crecimiento excesivo de los dedos, la mala conformación y los problemas de laminitis. El tratamiento para la mayoría de los abscesos consiste en la limpieza y el corte de éstos a fin de estimular el drenaje, al igual que el tratamiento con antibióticos. El colocar el dedo sano sobre un bloque con el fin de prevenir el soporte del peso en el dedo afectado también puede ser de ayuda.
Fracturas: Los signos clínicos incluyen cojera de leve a severa e hinchazón. En algunos casos el animal podría negarse a apoyar la extremidad. El tratamiento depende de la ubicación de la fractura y se debe consultar a un veterinario.
Laminitis: Podría ser una afección común en toda una manada. Cuando tal es el caso, por lo general es a consecuencia de una dieta alta en carbohidratos y baja en fibra. Esto provoca que el pH del rumen disminuya y que se produzca un problema de laminitis. La laminitis en un solo animal puede ser a causa de mastitis, rumenitis, sobrecarga de granos, neumonía y retención de placenta. Los signos clínicos incluyen cojera que cambia de una pata a otra, dolor, áreas rosas alrededor de la línea alba y anillos anormales de crecimiento de pezuña debajo de la banda coronaria. El tratamiento consiste en la administración de fenilbutazona (bute) y la corrección de los problemas dietéticos o de las enfermedades de los animales.