desplazamiento a la izquierda (DAI) | desplazamiento a la derecha (DAD) y vólvulo del abomaso | úlceras de abomaso
Desplazamiento a la izquierda (DAI)
Introducción y agentes causantes: El desplazamiento a la izquierda (DAI) ocurre cuando el abomaso, que es una parte del estómago de los rumiantes, se desplaza hacia el lado superior izquierdo del rumen. El sistema digestivo del animal podría tornarse más lento o detenerse, y el abomaso podría abotagarse (llenar de gases). El DAI se observa más comúnmente que el desplazamiento a la derecha (DAD). Si bien la causa exacta del DAI es desconocida, suele atribuirse a ciertos tipos de estrés sufridos por el animal. El estrés podría ser a causa del mal tiempo, las enfermedades, o más comúnmente, una dieta alta en concentrados con muy poco heno de partículas grandes.
Signos clínicos: Muchos animales con DAI no muestran interés en comer, defecan menos o las heces son sueltas, y casi no mastican mientras rumian. Si se escucha con un estetoscopio el lado izquierdo del rumen cerca de la última costilla, a veces se puede escuchar un "ping" nítido al golpear el área con el dedo.
Diagnóstico: Tras observar los síntomas clínicos se puede hacer un diagnóstico preliminar. La prueba de orina del ganado con DAI por lo general revelará la presencia de cetonas, glucosa y un pH ácido. El ganado podría estar hipoglucémico y deshidratado. El análisis de sangre permite ver si hay niveles de alcalosis y electrolitos metabólicos más altos de lo normal. El tratar de escuchar ese nítido "ping" con un estetoscopio, también ayudará en el diagnóstico.
Tratamiento: El tratamiento más común para el DAI es regresar el abomaso a su lugar original por medios quirúrgicos. Esto consiste, por lo general, en hilvanar el abomaso con sutura a la pared abdominal más baja del animal a fin de prevenir desplazamientos futuros. Algunos animales podrían requerir terapia intravenosa para contrarrestar los cambios químicos del cuerpo. A continuación, se suministran antibióticos y estimulantes intestinales (Probios, etc.) a algunos animales.
Prevención: Algunos estudios han demostrado que el ejercicio puede ayudar a prevenir la incidencia del DAI. Mientras que otros, afirman que el alimentar a los animales con heno de partículas grandes en vez de chicas, y el incorporar lentamente los concentrados tras el parto puede ayudar a prevenir el DAI. La página A579 de este manual contiene más ideas y detalles con respecto a la prevención.
Desplazamiento a la derecha (DAD) y vólvulo del abomaso
Introducción y agentes causantes: El desplazamiento a la derecha (DAD) ocurre cuando el abomaso, que es una parte del estómago de los rumiantes, se desplaza hacia el lado superior derecho del rumen. El DAD es en muchas formas similar al DAI, pero ocurre con menos frecuencia. Al igual que los animales con DAI, el DAD puede hacer que el sistema digestivo sea más lento o que se detenga, lo que provoca que el abomaso se abotague (se llene de gases).
En ocasiones, el abomaso se podría retorcer al desplazarse; lo cual también se conoce como vólvulo del abomaso. Si bien el vólvulo del abomaso no es tan común como el DAI y el DAD, es una condición mucho más seria. El vólvulo podría ocasionar una grave obstrucción en el tracto digestivo del animal, la cual requiere de una inmediata intervención quirúrgica. El DAD y el vólvulo del abomaso son muy similares en lo que a síntomas se refiere, por lo que resulta difícil distinguirlos. Si bien la causa exacta del DAD y de el vólvulo es desconocida, tales condiciones se atribuyen al estrés, al mal tiempo o al consumo de heno de partículas pequeñas.
Signos clínicos: Al igual que los animales con DAI, el ganado con DAD o con vólvulo del abomaso suele no mostrar interés en comer, defeca menos o las heces son sueltas y casi no mastica mientras rumia. Algunos animales también se deshidratan. Si se escucha con un estetoscopio el flanco derecho del animal, se puede escuchar un "ping" nítido al golpear el área con el dedo. El DAD y el vólvulo del abomaso suelen ser tan semejantes en las primeras etapas que es casi imposible distinguirlos. Sin embargo, a medida que la condición avanza, los animales con vólvulo del abomaso desarrollan síntomas mucho peores y se deshidratan más rápido que aquéllos que sufren de DAD. El vólvulo por lo general acumula fluidos en el abomaso, lo cual se puede detectar mediante el estetoscopio.
Diagnóstico: Tras observar los síntomas clínicos y escuchar ese claro "ping", se puede hacer un diagnóstico preliminar. La prueba de orina del ganado con DAD por lo general revela la presencia de cetonas, de un pH ácido y posiblemente de glucosa. El ganado podría estar hipoglucémico y deshidratado. El análisis de sangre permite ver si hay niveles de alcalosis y de electrolitos metabólicos más altos de lo normal.
Tratamiento: El tratamiento más común para el DAD es regresar el abomaso a su lugar original por medios quirúrgicos. Esto consiste, por lo general, en hilvanar el abomaso con sutura a la pared abdominal más baja del animal a fin de prevenir desplazamientos futuros. Debido a que existe la posibilidad de vólvulo del abomaso, se debe intervenir quirúrgicamente lo más pronto posible. Algunos animales podrían requerir terapia intravenosa para contrarrestar los cambios químicos del cuerpo. A continuación, se suministran antibióticos y estimulantes intestinales a algunos animales.
Prevención: La prevención del DAD es igual a la del DAI.
Úlceras de abomaso
Introducción y agentes causantes: Las úlceras del abomaso se presentan en el ganado de todas las edades. Suelen ser causadas por el estrés, la dieta o los cambios repentinos en las raciones. Las úlceras se forman cuando las paredes del abomaso se adelgazan o se destruyen por completo. Tras lo cual, los ácidos estomacales carcomen los tejidos del abomaso, causando irritación y hemorragias. Si no se presta atención, los ácidos podrían carcomer todo el abomaso y el animal podría sufrir de peritonitis (abdomen inflamado e irritado).
Por lo general, las úlceras se dividen en cuatro tipos. (1) sin perforación, (2) sin perforación y con pérdida de sangre severa, (3) con perforación y con peritonitis local y (4) con perforación y con peritonitis esparcida. Las números (1) y (2) describen las úlceras que se producen dentro del abomaso, las cuales pueden causar hemorragias leves o severas. Los números (3) y (4) describen las úlceras que ya han carcomido a través de las paredes del abomaso y que permiten que los ácidos estomacales penetren en la cavidad abdominal del animal causando ya sea peritonitis local (una irritación menor y más local) o peritonitis esparcida (que irrita un área considerable dentro de la cavidad abdominal del animal).
Signos clínicos: Ambos tipos de úlceras sin perforación suelen provocar síntomas similares en el animal. Por lo cual, la vaca comerá menos y habrá indicios de sangre en las heces. Los animales con úlceras sin perforación que sufren de pérdida de sangre severa también muestran signos de anemia, incluso encías pálidas y extremidades frías. Asimismo, el ritmo cardíaco podría ser un poco más rápido de lo normal. Por otra parte, los animales que tienen úlceras con perforación suelen no comer del todo, muestran señales de deshidratación y podrían tener una fiebre leve. Si se hace caso omiso de esta condición, la fiebre se podría convertir en hipotermia y la úlcera podría empeorar; podrían arrojarse cantidades grandes de sangre en las heces y también mostrar signos de anemia (encías pálidas y extremidades frías); el ritmo cardíaco podría ser más rápido de lo normal y podrían haber señales de dolor abdominal o resoplidos al respirar; y en los casos severos, algunas vacas podrían quedar en estado de choque.
Diagnóstico: La prueba más útil para diagnosticar la úlcera de abomaso suele ser la búsqueda de sangre en las heces. El análisis de sangre podría revelar bajos niveles de proteínas plasmáticas y, en los animales con pérdida de sangre severa, se podría encontrar un volumen bajo de células empacadas. Otra prueba, para casos más severos, es la denominada abdominocentesis, en la cual se extrae fluido del abdomen con una jeringa para efectuar una prueba de peritonitis. Al ganado que padece de úlceras con hemorragia y que tiene más de 5 años de edad, se le debe hacer una prueba del virus de leucosis bovina (BLV). El BLV podría ocasionar linfosarcoma, lo cual podría resultar en úlceras de abomaso.
Tratamiento: El tratamiento puede incluir la eliminación de ciertos factores que causan estrés, tales como el atiborramiento o la competencia en los comederos. Podría resultar de ayuda el cambiar de forma gradual la dieta del animal para eliminar el alimento a base de féculas y agregar heno de buena calidad. El ganado que ha perdido mucha sangre podría requerir una transfusión. Con frecuencia se utilizan antiácidos, sin embargo, podrían o no resultar de ayuda puesto que se diluyen en el rumen y son llevados lentamente al abomaso. El tratamiento con cimetidina podría ayudar a reducir las secreciones gástricas estomacales. Por lo general, se suministran antibióticos y en algunos casos se administran fluidos vía intravenosa.
Prevención: La buena administración de la dieta y del entorno, con el fin de reducir el estrés, es una buena manera de prevenir las úlceras de abomaso. También puede resultar de beneficio evitar los cambios repentinos en las raciones y proporcionar una dieta a base de partículas más grandes.